miércoles, 28 de mayo de 2014

Documento del CENAPRED



CENAPRED.
PRESENTACIÓN.
     En las últimas décadas, los fenómenos naturales en México han dejado daños con un costo promedio anual de 100 vidas humanas y cerca de 700 millones de dólares. Es por ello que el tema de la prevención de desastres ha tomado relevancia en la agenda de la protección civil reconociendo que es indispensable establecer estrategias y programas de largo alcance enfocados a prevenir y reducir sus efectos y no sólo prestar atención a las emergencias y desastres. Sin duda se ha avanzado en los últimos años; sin embargo, son aun insuficientes los logros en la materia.
Este cambio de estrategia será el factor esencial para garantizar no sólo una sociedad más preparada y segura, sino un país menos vulnerable frente a los fenómenos naturales y antrópicos. Aunque  la prevención vista como inversión de mediano a largo plazo tiene por supuesto un costo importante, se ha demostrado que es  muy redituable ya que establece una muy favorable relación de beneficio-costo. Este beneficio se daría principalmente en términos de salvar vidas humanas y por supuesto, ahorros económicos sustanciales derivados ambos del establecimiento de una mejor infraestructura y condiciones de menor vulnerabilidad.

     La estrategia de la prevención establece tres pasos fundamentales. Primero, conocer los peligros y amenazas a que estamos expuestos; Segundo estudiar y conocer los fenómenos buscando saber dónde, cuándo y cómo nos afectan y tercero identificar y establecer a nivel nacional, estatal, municipal y comunitario, las características y los niveles actuales de riesgo, entendiendo el riesgo como la probabilidad de que ocurra un evento catastrófico y por la vulnerabilidad como el grado de la susceptibilidad de ser afectado (susceptibilidad capaz de recibir modificaciones o alteraciones). Basado en los pasos anteriores, diseñar acciones y programas para mitigar y reducir estos riesgos antes de la ocurrencia de estos fenómenos, a través del reforzamiento y adecuación de la infraestructura y preparando a la población para que sepa qué hacer antes, durante y después de una contingencia.

     Lograr y ejecutar estas tres acciones son las tareas sustantivas del Centro Nacional de Prevención de Desastres. (CENAPRED).

     El territorio nacional se encuentra sujeto a gran variedad de fenómenos que pueden causar desastres, por ejemplo aquellos que tienen como origen un fenómeno natural, por lo que se les suele llamar desastres naturales, aunque en su desarrollo y consecuencias tiene mucho que ver la acción del hombre. Otro tipo de desastre se genera directamente por las actividades humanas y principalmente por la actividad industrial que implica frecuentemente el manejo de materiales peligrosos. Estos se han definido como desastres antrópicos (causados por el hombre) o tecnológicos.

     Existen diversas clasificaciones de los riesgos de desastres. En México el Sistema Nacional de Protección Civil ha adoptado la clasificación basada en el tipo de agente perturbador que lo produce. Se distinguen así los siguientes riesgos: Geológico, Hidrometeorológico, químico, sanitario y socio-organizativo.
     Dentro de los riesgos GEOLOGICOS se encuentran los siguientes: sismos, Tsunamis, volcanes, movimientos de la superficie del terreno natural, inestabilidad de laderas, flujos de lodo y escombro, hundimientos, agrietamientos, etc.
     Los riesgos HIDROMETEOROLOGICOS son: precipitaciones, granizo, nieve, heladas, ciclones tropicales, escurrimientos, inundaciones, sequías, etc.
     En los riesgos QUÍMICOS encontramos las  zonas industriales, la petroquímica, tuberías de transporte de gas, estaciones de servicio. Fuentes de material radioactivo, etc. También encontramos en esta clasificación a los accidentes relacionados son sustancias químicas como: accidentes en carreteras, accidentes químicos, sitios contaminados incendios forestales.
      Y por último los riesgos de ORIGEN SANITARIO.  La clasificación del SINAPROC agrupa en esta categoría los eventos relacionados con la contaminación de aire, agua y suelos; los que sean propios del área de salud, esencialmente las epidemias; también se incluyen algunos ligados a la actividad agrícola, como la desertificación y las plagas. Y SOCIO-ORGANIZATIVOS  en los cuales podemos agrupar a ciertos accidentes y actos que son resultado de actividades humanas. Se tienen por una parte los accidentes relacionados con el transporte aéreo, terrestre, marítimo o fluvial; la interrupción del suministro de servicios vitales;  los derivados del comportamiento desordenado en grandes concentraciones de población y los que son producto de comportamiento antisocial, como los actos de sabotaje o terrorismo.
La prevención de desastres y la protección civil.
     A lo largo de su historia, el hombre ha tratado de protegerse de los efectos de los fenómenos naturales peligrosos, con acciones como evitar asentarse en sitios particularmente expuestos a inundaciones, aprender a detectar signos de la inminencia de algunos fenómenos, por ejemplo, erupciones volcánicas, desbordamientos de ríos, o para mejorar la resistencia de sus construcciones a las sacudidas por los sismos, etc. Al conjunto de tareas que tienden a la reducción de los impactos de los desastres, se le ha denominado protección civil, y a la estructura organizativa para la realización de dichas tareas se le llama en México (SINAPROC) Sistema Nacional de Protección Civil.

 Zonas de riego y de vulnerabilidad de la población.
     Conocer la distribución de las zonas potencialmente amenazadas por la incidencia de fenómenos naturales y antrópicos permite emprender acciones que reduzcan el riesgo y distinguir las áreas más vulnerables para una mejor distribución de la población.
Peligros de orden Geológico.
  • Zonas sísmicas y volcánicas localizadas en las zonas de choque de  las placas tectonicas.
  • Zonas de deslizamiento de suelos y laderas que se caracterizan por factores naturales y humanos; relieves abruptos con rocas inestables, lluvias abundantes que erosionan el relieve y favorece la debilidad de laderas, así como perdida de cubierta vegetal.
  • Las áreas con mayor incidencia y magnitud de fenómenos hidrometeorológicos que coinciden con las regiones tropicales y templadas.
  • Zonas de formación de ciclones, entre las latitudes 0 y 30º norte y sur estas áreas propensas a inundaciones.
  • Zonas con incidencia de sequías, estas corresponden a lugares rodeados por sistemas montañosos que impiden el paso de la humedad, también propician sequías la deforestación y la desertificación causadas por la contaminación atmosférica.
  • Zonas industriales y centros urbanos, principalmente donde se manejan sustancias químicos y desechos tóxicos sólidos y gaseosos.
  • Zonas bélicas o zonas de guerra favorecen peligros como hambruna, enfermedades, epidemias, destrucción de asentamientos humanos e intensifica la vulnerabilidad de la población por el surgimiento de crisis económica. Las regiones más afectadas son los Balcanes en Europa, Medio Oriente, Asia Central, India, Pakistán y en la mayoría de los países centrales en África.
  • Atentados terroristas son provocados por diversos grupos humanos como la ETA (Euskadi ta AsKatasuna) en España; el ERI (Ejercito Republicano Irlandés) en Irlanda o el grupo Hamas en Palestina o el Al-Qaeda que concentra sus ataques contra países centrales.